Cómo saber si estás ovulando, o si ya ovulaste.

Cuando hablamos de fertilidad, (y realmente de cualquier cosa que tenga que ver con tu cuerpo), saber es poder. Saber si estás ovulando y conocer cuándo puede incrementar las posibilidades de embarazarte (o de evitar uno). Pero... ¿Cómo puedes saber esto? ¿Sabías que tener tu periodo, no asegura que estés ovulando?

Una vez que has ovulado, el óvulo tiene de 12 a 24 horas para ser fertilizado, pero el esperma puede vivir en el cuerpo de una mujer (según la acidez del ambiente) hasta 5 días. Por esto, se habla de una ventana fértil. 

¿Sabías además que aunque sean ciclos super regulares, tu ovulación puede no ser siempre el mismo día? Para conocer si estás ovulando y cuándo se pueden ocupar algunos métodos. 

¿Se puede predecir la ovulación?

Sin importar cuándo ovules, tus hormonas siguen un patrón específico para ovular. El estrógeno se eleva un poquito más de 3-5 días previos al a ovulación y la hormona luteinizate genera un pico 24-36 horas previas a la ovulación, teniendo un pico máximo de 10-12 horas antes de que suceda.

Si hay la elevación de estas 2 hormonas, existe la ovulación. Y la medición de ambas hormonas es la forma más exacta de predecir que suceda. Existen kits de predicción de ovulación, para medir las hormonas aunque puede ser un poco latoso mientras aprendes a observar más a detalle tu ciclo, sin embargo es bastante exacto.

Además del ultrasonido, la medición de las hormonas resulta de los métodos más exactos para predecir la ovulación. Sin embargo, los kits de predicción tienen un defecto, están calibrados para medir cierta concentración promedio, si tú no estás dentro de este promedio puede dar resultados falsos positivos o falsos negativos.

Personalmente me gusta mucho la toma de temperatura basal, llevo haciéndolo poco más de 2 años como método anticonceptivo, pero funciona exactamente igual si quieres embarazarte. Este método consiste en tomar tu temperatura a primera hora del día, antes de salir de la cama, idealmente diario a la misma hora y llevar un registro graficado. La temperatura del cuerpo se eleva 12 horas después de la ovulación. El propósito de este leve incremento en la temperatura es que si resultas embarazada, literalmente serás una incubadora para ese pequeño embrioncito. (Y el cuerpo siempre trabaja así por si las dudas)... Así que, aunque este método no predice ovulación, confirma que ya ha sucedido. Aquí lo importante es recordar que el esperma puede vivir 4-5 días en el cuerpo de la mujer, así que si tuviste relaciones sexuales en este tiempo antes de la ovulación existe la posibilidad de un embarazo. (La ventana fértil empieza alrededor de 4 días antes del aumento en la temperatura basal, y termina 2 días después, ya que el óvulo no vive tanto tiempo). 

Otro punto importante es que debemos de complementar este método con otro ya que la temperatura puede variar fácilmente por cambios como temperatura ambiental, ejercicio, si te enfermas y te da fiebre no hay forma de saber, si tus cobijas son muy calientes, si amaneciste sudada...

En combinación con la temperatura basal, resulta relativamente sencillo reconocer los cambios del moco cervical. Conforme se acerca la ovulación, el moco cervical cambia, pasa de ser espeso y seco, a cremoso, después a un poco más líquido y finalmente tiene una textura de clara de huevo.  Hay mujeres que producen bastante y pueden verlo fácilmente en su ropa interior, en algunas ocasiones también se percibirá a la hora de limpiar después de orinar.

Existen otros cambios en el cuerpo que no involucran los órganos reproductivos. La ovulación cambia la saliva. Cuando nuestros niveles de estrógenos incrementan, también aumenta nuestro nivel de sodio, esto hace que se haga una especie de cristalización en la saliva, en forma de helechos. Si tomas una muestra de saliva bajo el microscopio y ves helechos es que tu ovulación se acerca.

Generalmente, el método que más ocupan la mayoría de las mujeres que empiezan a buscar un embarazo, es llevar su registro de calendario. Lo malo es que toman un promedio de ovulaciones previas para determinar cuándo estarás ovulando en el siguiente ciclo, y esto puede no suceder así. Cada ciclo puede ser muy diferente, un mes puedes ovular en el día 14, mientras que otro en el 17, y tal vez al siguiente en el 11. Así que para embarazarte o evitar un embarazo, es casi un volado y puede ser muy frustrante si estás buscando embarazo y no lo estás logrando o si no lo estás buscando y resultas embarazada.

Recapitulemos y recordemos.

La ovulación ocurre cuando el óvulo se libera después de un periodo de maduración. Después de que se libera, el óvulo viaja a través de las trompas. En ese momento puede ser fertilizado o si no sucede, llega tu periodo en un periodo de alrededor de 12 a 16 días (si tienes una fase lútea sana).

Todas las mujeres nacemos con nuestros óvulos, y sólo un pequeño porcentaje podría resultar en embarazo (la mayoría de nuestros óvulos maduran, pero se reabsorben). La maduración de los óvulos sucede por la hormona folículo estimulante (FSH) y se libera a través de señales en una parte de nuestro cerebro, llamado hipotálamo, que manda señales a la glándula pituitaria. Ahí también se libera la luteinizante.

Los días en el que eres más fértil son el día previo a la ovulación y el día de la ovulación. Se consideran los días pico y son los días en los que hay mayor probabilidad de que quedes embarazada. (Quedar embarazada, no solo depende de que hayas ovulado).

El óvulo transita en la trompa y baja al útero en alrededor de 24-36 horas, si en ese tiempo encontró espermatozoide elegido habrá embarazo, sino ese óvulo dejará de ser viable y tu periodo vendrá en unos días.

Ovular es nuestro quinto signo vital, puede darnos muchísima información sobre nuestra salud.


Sayuri Imuro

Lic.en Nutrición