Por qué dejar las dietas es un acto feminista.

Gran parte de las mujeres, tienen insatisfacción corporal. No conozco bien el porcentaje más reciente pero estoy segura de que es bastante alto. Peor aún, esta insatisfacción inicia en las niñas alrededor de los 6 años de edad. A los 12 años hasta el 60% de las niñas tiene miedo a engordar y para los 17 años casi el 80% de las mujeres no está feliz con su cuerpo. De hecho en una pequeña investigación  (ni tan pequeña porque se entrevistaron a mujeres de diversos países) sólo el 4% de las mujeres se considera bella.

Y cómo podría ser distinto si alrededor de nosotras se nos ha impuesto un sólo tipo de belleza. Depilada, cabello largo, piel lisa, sin manchas, sin acné, sin estrías, sin celulitis, bronceado ligero, pestaña larga, maquillaje, brazos delgados pero tonificados, busto suficiente, cadera ligeramente amplia para que haya nalgas, piernas grandes pero no tanto para que no se rocen, pero principalmente, y lo más importante DELGADA.


La cultura de la dieta es una herramienta del patriarcado porque se enfoca en deteriorar la humanidad en la persona y reducirla a sólo su imagen. Nos mantiene distraídas de lo que realmente es vida y nos mantiene gastando. Claro, el capitalismo y el consumismo son aliados de la cultura de la dieta.  La industria promueve esta única apariencia a través de distintos artículos: dietas, suplementos, medicamentos para bajar de peso, entrenamientos, alimentos reducidos en grasa, azúcares o carbohidratos... con el propósito de hacerte creer que sí lo vas a poder lograr, que cada día puedes estar un paso más cerca, cuando en realidad sigues igual de lejos o más de tener ese cuerpo impuesto como bello y saludable. (Porque claro, tener ese cuerpo se ha vuelto una meta de "salud").


¿Por qué puse salud entre comillas? Porque a mí y a colegas nos han llegado pacientes que prefieren no tomar un medicamento importante si su efecto secundario puede ser el aumento de peso.

Porque en el afán de estar delgadas, muchas pacientes han hecho dietas extremas y desarrollado problemas hormonales.

Porque en la persecución de este tipo de cuerpo, muchas mujeres se han sometido a tratamientos quirúrgicos estéticos invasivos y peligrosos.

Porque muchas pacientes tienen trastornos de conducta alimentaria por empezar a hacer dietas desde los 9 años.

Porque literalmente gran parte de mis pacientes cuando se pesan se emocionan o se les arruina el día y todo su comportamiento cambia por el número en la báscula.

Porque muchas personas gordas dejan de ir al médico por miedo a ser juzgadas y volver a casa con la recomendación que ya sabían que les darían, y que han intentado por años "Baja de peso" como si fuera la cura de todo.

Porque literalmente el estigma de peso en las consultas médicas ocasiona retraso en diagnósticos.

Porque los aparatos médicos muchas veces están fabricados con medidas de cuerpos estándar y no caben personas más grandes entonces se vuelve imposible diagnosticarlas y tratarlas.

Porque muchas personas han desarrollado problemas hepáticos, renales, neurológicos y hasta muerte por consumir productos para adelgazar.

Porque gran mayoría de las personas buscan productos que adelgacen sin preguntarse el mecanismo fisiológico y el impacto en la salud del producto.

Porque gran porcentaje de las personas que buscan perder peso, lo hacen sin orientación profesional ni con estudios médicos de laboratorio que indiquen realmente un problema de salud.


Así que la mayoría de las personas no buscan adelgazar por salud. Cuando hablamos de patriarcado, generalmente lo discutimos como si fuera una fuerza externa en contra del éxito y seguridad de las mujeres y niñas. Sin embargo, el patriarcado es algo cultural, social, político y sistémico en el cual todos estamos inmersos y sin darnos cuenta, participamos.


Debemos de dejar de actuar como si la pérdida de peso fuera algo positivo, debemos de dejar de creer que "te ves super flaca" es un cumplido, así como debemos de dejar de creer que "gorda" es un insulto. Y sí claro, el objetivo siempre será que tú puedas ser dueña de tu cuerpo y que las decisiones que tomes sobre el mismo sean por ti, no por el sistema en el que crecimos.

Estar en contra de la cultura de la dieta y liberarnos de ideas sobre belleza es uno de los escalones que pareciera más superficial en el movimiento feminista, sin embargo es un escalón fundamental para gozar de salud real. Y desde mi trinchera como nutrióloga, seguiré defendiendo la diversidad corporal y la salud en todas las tallas. De hecho como nutrióloga especialista en fertilidad, embarazo y lactancia, creo que no podría hacerlo de otra manera soy responsable de dos generaciones.


¿Qué pasaría si simplemente dejáramos de ponerle tanto valor a nuestra apariencia?


Sayuri Imuro

Lic.en Nutrición